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En un principio solicitaron 6.000 € a Gestión Financiera Esther, dirigida por Esther Ferreiro Martínez. Posteriormente tuvieron que pedir otros préstamos más pequeños, alcanzando una cantidad adeudada total de unos 12.000 €. Los altos intereses y los bajos ingresos con los que contaba la familia provocaron que dejaran de pagar la deuda varios años después, quedando todavía unos 6.000 € por pagar. Esto motivó que su vivienda, con la que avalaron el préstamo, saliera a subasta.

En marzo de 2009 entra en escena Miguel Ángel Rodríguez Quarta para consumar la estafa sufrida por la familia. Esta persona apareció en el domicilio de la familia diciendo que iba en nombre de Esther Ferreiro y amenazando a la familia con quedarse con la casa. Sin embargo, él mismo se ofreció para prestarle a la familia el dinero que les hacía falta para cancelar la deuda y paralizar la subasta de la vivienda, pero a condición de que les tenía que prestar una cantidad de más de 20.000 €, alegando que un notario no puede firmar por una cantidad inferior, lo cual es mentira.

El día 31 de marzo de 2009 Milagros y José Luis se reunieron con Miguel Ángel en una oficina de Fuenlabrada. Con expresiones chulescas del tipo "vosotros sabréis lo que hacéis, pero si no firmáis os quedáis sin casa", Miguel Ángel forzó a la pareja para que finalmente tomaran un préstamo por una cantidad todavía mayor, 43.000 € a devolver en 4 meses, algo imposible de pagar. Acto seguido Miguel Ángel y José Luis se dirigieron a la oficina que Cajastur (actual Liberbank) tiene en la Avda. de las Naciones, 1 de Fuenlabrada. Allí José Luis recibió un pagaré nominativo de cuenta corriente por una cantidad de 42.500 € (los otros 500 € eran para los gastos del notario), pero nunca recibió esa cantidad. Posteriormente se dirigieron a una notaría en Alcorcón donde firmaron una escritura constituyendo una hipoteca cambiaria donde como medio de pago Milagros y Jose Luis firmaron letras por importe de 43.000 € y esa fue la última vez que vieron a Miguel Ángel, que en teoría pagó la cantidad necesaria para cancelar la deuda anterior y se quedó con el resto del dinero.

El día 14 de abril de 2009, tan solo 15 días después, Miguel Ángel traspasa las letras del préstamo a Luis Flecha López y Almudena-Rita Moreno Carrero, ambos abogados de profesión. Este endoso de las letras llama mucho la atención, ya que se produce cuando todavía no estaba inscrita la escritura de préstamo en el registro de la propiedad y por lo tanto no estaba públicamente reconocida la deuda de la que se convierten en acreedores los abogados mencionados.

A finales de julio de 2009 venció el plazo para devolver los 43.000 €, que evidentemente no pudieron pagar, y varios meses después el piso volvió a salir a subasta. Esta quedó desierta y los nuevos poseedores de la deuda se quedaron con la casa. En 2010 Luis Flecha visitó la vivienda y, al no encontrar a nadie, le dijo a una vecina que Milagros, José Luis y sus hijos "se tenían que ir, que ese piso era suyo".